Dos ocupas están detenidos
Arriesga su vida para recuperar su casa: "Tuvo que intervenir la policía porque sino hubiera sido un asesinato"
La casa estaba en obras y cuatro personas aprovecharon para intentar ocuparla, pero los vecinos se dieron cuenta a tiempo y avisaron a la policía y al dueño, que no dudó en personarse allí, entrar y tratar de echarlos por su propia mano.
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Su determinación por recuperar su vivienda ha dado frutos, pero le ha costado una agresión con arma blanca. El propietario de la vivienda descubrió, gracias a sus vecinos, que habían entrado cuatro personas a su casa con la intención de ocuparla, ya que esta está en obras.
A pesar de que la Policía Local de Cádiz, donde ha ocurrido todo, estaba informada e iba de camino, él llegó antes, por lo que decidió enfrentarse al problema él solo. Al ver que no podía acceder a la vivienda por la puerta, cogió una escalera y lo intentó por la ventana.
Los okupas, con el objetivo de echarlo, empezaron a agredirle con botellas de cristal, e incluso con un arma blanca. En las imágenes puede observarse, además, que está a punto de precipitarse en varias ocasiones, pero consiguió aguantar lo suficiente para que llegase la policía.
Finalmente, los agentes han detenido a dos de los cuatro ocupantes y el propietario fue atendido por los servicios de emergencia, que tenía varias heridas, una de ellas por arma blanca.
Según cuenta el propietario, los okupas entraron por la mañana y por la tarde ya habían cambiado la cerradura. Carlos Quílez ha explicado que una vez ocupan la casa, solo la policía puede desocupar la vivienda, y en el caso de que los pille infraganti.
Juan Mota es vecino del propietario de la vivienda, y ha contado que una de las ocupantes le dijo que se llamaba Virginia y que estaba allí hasta que le dieran un piso, con el permiso del dueño. Esto le pareció raro y la presidenta de la comunidad llamó para decírselo, y ahí fue donde comenzó todo.
El dueño temió que su hija estuviera dentro de la vivienda. "Se puso nervioso e intentó recuperar la casa", ha contado. A los 20 minutos de llamarlo, Juan escuchó gritos en la calle y se asomó, viendo toda la escena. "Lo tiraron al suelo", ha dicho.
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