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Boticaria García desvela qué hay de mito y realidad en los cortes de digestión

La farmacéutica nos ha explicado el por qué muchos padres obligan a sus hijos a sentarse en la toalla de la playa durante unas horas antes de volver a bañarse después de comer... ¡Aunque no todo lo que pensamos es cierto!

Todos los padres han evitado que sus hijos se bañen en la playa o en la piscina en las horas posteriores de la comida para evitar que les dé un corte de digestión. Sin embargo, esto puede no ser del todo así y Boticaria García nos ha explicado qué hay de cierto y qué no en esta práctica.

La farmacéutica ha dejado claro que el corte de digestión no existe, aunque sí hay algo de verdad en él. Cuando la comida llega a nuestro estómago, los ácidos la segregan para que se pueda absorber. Muchos piensan que lo que ocurre con el corte de digestión es que este proceso se corta, pero no es así.

Lo que ocurre es que en un estómago lleno, si nos vamos al agua y hacemos alguna actividad, la sangre se va a otros músculos que tienen que avanzar para nadar, por ejemplo, y el proceso del que hablamos no se para, pero va más despacio. Esto puede provocar náuseas, vómitos o mareos.

Si esto ocurre en tierra firme, te caes al suelo, pero si estás en el agua corres el riesgo de ahogarte.

¿Por qué sentimos más frío después de comer?

También es frecuente que, después de comer, se sienta más frío. Boticaria García ha explicado es normal porque la sangre se concentra en nuestro estómago para poder hacer la digestión y llega menos a los músculos. Si en ese momento se hace alguna actividad, hay menos sangre en los músculos y también en el cerebro y esto provoca los mareos.

Además, hay que tener cuidado con el cambio térmico. Después de estar mucho tiempo al sol, meterse en el agua de golpe puede ser peligroso. El cuerpo entra como si se diera un susto, los pulmones entran en shock y los vasos sanguíneos se contraen, lo que puede provocar una parada cardiorrespiratoria.

Por tanto, hay que meterse en el agua poco a poco, mojando la nuca y las muñecas antes de tirarnos.

En cuanto a las actividades prohibidas después de comer, hay que evitar correr, nadar, ponerse al sol y tumbarse.

Y a pesar de que España es uno de los países con más horas de sol, los españoles estamos faltos de vitamina D, algo a lo que podemos poner freno este verano. Eso sí... ¡Con cuidado!