El amigo de la víctima de Carmen Merino: "Nosotros nos olíamos que algo pasaba, no era normal que no nos contestase"

Ya ha comenzado el juicio del conocido como ‘crimen de la cabeza’. Ocurrió hace cuatro años cuando Carmen Merino decapitó presuntamente a su pareja, Jesús Mari Baranda.

Ante el juez, Carmen Merino ha negado haber entregado una caja a su amiga con la cabeza de su pareja dentro, aunque reconoce que entregó una bolsa, pero, eso sí, llena de juguetes sexuales. Al igual que ha negado haber hecho búsquedas sospechosas por Internet.

Aunque los primeros indicios apuntaban que el crimen se cometió por motivos económicos, ya que el testamento de Jesús Mari se cambió 6 meses antes de su asesinato, Carmen asegura que ella no dependía de su pareja.

Merino lleva desde su detención en prisión provisional, pero ahora la mujer se enfrenta a 25 años de cárcel acusada de un delito de asesinato con alevosía y será juzgada por un jurado popular.

Uno de los amigos de la víctima ha hablado en 'Y ahora Sonsoles' y ha hablado sobre la última vez que hablaron con su amigo. Después de eso no lo volvieron a ver, y ha asegurado que intentaron ponerse en contacto con él, aunque no conseguían localizarlo en su número habitual. Por eso llamó a Carmen, que le dijo que estaba de viaje. "Ella siempre nos tranquilizaba, pero estábamos intranquilos", ha asegurado.

El amigo de Jesús Mari ha asegurado que era un hombre extrovertido y no era normal que se fuese como lo hizo y que no se pusiera en contacto con ellos. "Estoy convencido de que miente", ha asegurado.

¿Qué pasó en 2019?

Durante los meses en que Jesús Mari estuvo desaparecido, Carmen se hacía pasar por él y enviaba mensajes a sus amigos y familiares. Pero después de estar tanto tiempo sin verlo, sus allegados comenzaron a sospechar y pusieron la denuncia.

Por otra parte, la amiga de la acusada decidió abrir la caja que Merino le había entregado hacía un tiempo.

La presunta asesina le pidió que la guardara porque supuestamente contenía juguetes sexuales. Al abrirla, se encontró con el cráneo de la víctima.

En los posteriores registros de su casa, se encontraron manchas de sangre, dinero escondido y búsquedas en internet que hicieron sospechar de ella. El cuerpo de Jesús Mari nunca apareció.