En detalle

Analizamos el comportamiento de Daniel Sancho en la reconstrucción del crimen de Edwin Arrieta

En ‘Y ahora Sonsoles’ hemos visto en exclusiva las imágenes del momento en el que el joven narra cómo cometió presuntamente el crimen contra el colombiano, y hemos analizado cada uno de sus gestos para tratar de entender qué sentía en ese momento.

Hallan en el móvil de Daniel Sancho amenazas de muerte de Edwin Arrieta, presuntamente asesinado por el joven

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Durante toda la reconstrucción del asesinato a Edwin Arrieta, vemos a un Daniel Sancho cuyo comportamiento varía mucho en cada momento.

Una vez liberado, el joven da detalles de cómo empezó la pelea con mucha precisión y hay contraste entre las dos partes. Por un lado, mientras los policías bromean Sancho se mantiene serio.

Además, su rostro cambia cuando le ponen un cuchillo en la mano en el momento en que está explicando cómo procedió al descuartizamiento del cuerpo de Edwin Arrieta. Incluso se pone las manos en la cabeza, algo que le ocurre en varias ocasiones.

Daniel Sancho confiesa cómo descuartizó el cuerpo de Edwin Arrieta: "Comencé por la mano"

Otros gestos son, por ejemplo, morderse el labio, pasarse la mano por la pierna, recostarse sobre el cabecero de la cama cerrando los ojos cuando ve las pertenencias del cirujano… ¿Qué significan todos estos ellos?

En ‘Y ahora Sonsoles’, Paloma Ramón nos ha explicado que en general parece que Sancho siente poco, pero ha ampliado detalles en ciertos gestos.

En primer lugar, a lo largo de la reconstrucción, Daniel Sancho apenas parpadea, y puede ser que haya tal "avalancha neuronal" intentando pensar qué explicación dar.

También puede ocurrir cuando una persona se está esforzando en mentir y pensar qué tiene que decir.

Además, en el momento en el que le quitan las esposas él lo ve como un triunfo, e incluso se le esboza una sonrisa. "Él piensa que confían en que no es violento", ha dicho.

También hay un gesto en el baño que ha llamado la atención de la experta. Se trata del momento en el que explica qué hizo con el cuchillo y le sale una sonrisa sádica de manera inconsciente pero derivada de un pensamiento. Además, lo hace con mucha tranquilidad.

"No está sintiendo para nada y está rememorando lo que ha hecho", ha explicado la experta, cuando en ese momento tendría que temblarle la voz y demostrar cierto nerviosismo.

Por su comportamiento, Paloma Román cree que no está contando toda la verdad.

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