En Garachico (Tenerife)

Rosi denuncia la dejadez y el abandono en la residencia de su padre: "En tres meses hubo tres brotes de sarna"

Hace años que los familiares de esta residencia, propiedad del ayuntamiento, denuncian la situación en la que se encuentran los mayores. Un mes después de una inspección que ha acreditado su mala situación, el ayuntamiento ha comunicado un cambio a la gestión de la residencia.

Rosi denuncia la dejadez y el abandono en la residencia de su padre: "En tres meses hubo tres brotes de sarna"

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Rosi, una vecina de Garachico (Tenerife), ha denunciado que los mayores de la residencia en la que está su padre están siendo víctimas de negligencias provocadas por la dejadez y el abandono.

Y es que, según ha denunciado, en la piel de los familiares aparecen moratones sin explicación alguna, ojos ensangrentados y llenos de suciedad o tumores infectados, una situación de supuesta desatención bajo la que viven los mayores que están en esta residencia.

Según los familiares, a veces se pasan días sin lavar y comparten habitaciones con hasta 8 personas. Ya se han quejado al ayuntamiento de Tenerife, que es el propietario, pero la gestión la lleva una empresa externa que ha reconocido que falta personal.

El Gobierno de Canarias ha realizado una inspección que ha acreditado la mala situación de la residencia, pero un mes después no ha habido ningún cambio.

"Lo hemos empezado a notar en enero"

Rosi, hija de un residente

Hemos hablado con Rosi, que nos ha contado que en tres meses hubo tres brotes de sarna importantes por problemas con la lavandería, ya que se suele romper la lavadora o la secadora. Además, hay poco personal y la lavandera cogió la baja, por lo que fue sustituida por las auxiliares, que no conocían el protocolo.

También se han dado casos de fallecimientos que no han sido comunicados a sus familiares hasta horas más tarde. En cuanto a la inspección, los familiares supieron de ella por los medios de comunicación.

El padre de Rosi lleva más de 4 años en la residencia, apenas unos meses antes del confinamiento por el coronavirus. Fue cuando abrieron la residencia de nuevo que pudieron comenzar a visitarlo, pero separado 1,5 metros de él. "Lo hemos empezado a notar a partir de enero del año pasado, cuando abrieron las visitas a todos los días", ha dicho.

Aún así, Rosi ha querido agradecer a los auxiliares que están doblando turnos para poder atender a los residentes, pero aún así no pueden hacer su trabajo como les gustaría.

Desde el ayuntamiento han asegurado que ya se ha comunicado a la empresa que gestiona esta residencia que no van a seguir con el servicio y que ya se ha dado la licitación a otra.

En Y ahora Sonsoles conocimos el caso de Paquita, una mujer de 75 años que denunciaba que sus hijos la habían internado en una residencia contra su voluntad.

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