Casi diez años después
Detienen a uno de los okupas de la vivienda familiar donde tuvo lugar el crimen de Asunta Basterra
La policía ha acudido a la casa para detener a un okupa, que ha sido enviado a la prisión de Texeiro, donde se encuentra el padre de la niña asesinada. Hace casi 10 años desde que ocurrieron los hechos, y después de que nadie quisiera comprar la casa, esta permanece okupada.
Publicidad
La casa donde Asunta, la niña gallega asesinada por sus padres, vivía con su familia se ha convertido en una vivienda okupada, ya que nadie quiso comprar hace 9 años cuando ocurrió todo.
Uno de ellos acaba de entrar en prisión después de que el lunes varios agentes se hayan personado en la casa y detuvieran a uno de sus ocupantes.
Ha sido enviado a la prisión de Texeiro, la misma en la que se encuentra Alfonso Basterra, el padre de Asunta.
En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con Rogelio Lema, un vecino harto de los okupas.
La Guardia Civil abrió un expediente por supuesto abandono de animales, y una vez lo comuniquen verán qué se puede hacer y si alguien se queda con ellos.
Lo principal eran los vecinos y los animales, pero no pueden actuar porque los propietarios no son ellos y el dueño no puede acudir.
Rogelio ha asegurado que van a intentar hablar con los okupas para intentar alimentar a los animales. "Lo primero es el bienestar ciudadano y después el de los perros", ha dicho, aunque, eso sí, la finca no está en buena situación y ha vivido algún incendio.
El caso de Asunta
En 2013, Asunto apareció muerta en una pista forestal de Teo (Galicia) después de que, según los investigadores, muriese en la casa familiar debido a la cantidad de medicación que le habían dado.
Más Noticias
- "No es suficiente con los voluntarios, necesitamos al ejército": Nuria denuncia la situación en Paiporta
- La alcaldesa de Llocnou rompe a llorar: "Somos un pueblo pequeño, pero todos hemos perdido nuestras casas"
- “Hemos estado solos completamente”: Joaquín, el joven que encontró a su hermano muerto en su propia casa
Sus padres fueron entonces condenados a 20 años de cárcel, declarados culpables de su fallecimiento. La madre, Rosario Porto, se suicidó en prisión y el padre, Alfonso Basterra, permanece en prisión.
Publicidad