Continúa su búsqueda

Esther García, tía de la joven desaparecida en Gijón: "Descartamos que se haya quitado la vida"

Sandra Bermejo desapareció el pasado 8 de noviembre cuando se fue de senderismo por una zona que ella frecuentaba. Sin embargo, el hecho de que dejase de llamar a sus familiares hizo saltar las alarmas, que pusieron la denuncia al día siguiente.

Continúa la búsqueda por mar de Sandra Bermejo, la joven de 32 años desaparecida en Gijón desde el pasado día 8 de noviembre.

Esther, tía de la joven desaparecida, ha hablado en ‘Y ahora Sonsoles’ acerca de la desaparición. "Ella en ningún momento tenía intención de tirarse", ha querido dejar claro la familiar, que además ha asegurado que lo están pasando muy mal.

La familia vive en Madrid, y por ello se alarmaron al no saber nada de ella durante 24 horas.

Por otro lado, asegura que la desaparición de la joven no ha sido voluntaria, ya que estuvo activa hasta momentos antes de su desaparición.

"Un perro marcó una zona del acantilado", ha dicho, que es además un lugar por el que pasan cientos de turistas cada día. "Debió salir para algo muy puntual", cree Esther, pues se dejó el bolso en el coche.

Carlos Quílez ha dejado claro que, aunque no se descarta ninguna hipótesis, la línea principal que van a seguir es la del accidente por el mal temporal que hacía el día que desapareció. Además, lo importante ahora es saber cuál fue el rastreo previo y saber qué hizo antes de desaparecer.

¿Qué se sabe hasta ahora?

Sandra salió, como hacía habitualmente, a pasear por el campo, pero no volvió. Las alarmas saltaron cuando faltó a una quedada con su amiga. Aunque esta le escribió, la joven psicóloga no respondió.

Sin embargo, fue cuando se saltó la videollamada con su madre cuando decidieron poner la denuncia.

El último rastro de su teléfono la sitúa en Cabo de Peñas, zona en la que además se ha encontrado su coche. Ahora la búsqueda continúa por el mar.

Hasta ahora no se descarta ninguna hipótesis. Eso sí, no piensan que pueda ser una desaparición planeada, sino más bien un accidente, pues, el día que Sandra desapareció, había intensas lluvias y fuertes rachas de viento, algo bastante frecuente en la zona, lo que pudo provocar algún contratiempo.