La recordamos
Fallece María Jiménez, la artista eterna que se adelantó a su tiempo y lo revolucionó todo
La cantante ha fallecido a los 73 años en Triana (Sevilla), donde vivía rodeada de su familia. Desde que comenzó su carrera ha cosechado éxitos tanto en lo profesional como en lo personal, ya que todo aquel que se acercaba a ella acababa quedándose a su lado. Hoy la recordamos.
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María Jiménez ha fallecido a los 73 años en Triana (Sevilla) rodeada de sus seres queridos. En su capilla ardiente, situada en el ayuntamiento de su ciudad natal ha estado más presente que nunca con sus plumas, su símbolo de resurgir.
Además de ello, el mantón de su madre, la bandera de Sevilla y el incienso en honor a su tierra. Ella lo había planeado todo, incluso la foto que querían que pusieran en su despedida.
María Jiménez cosechó éxito durante toda su vida, pero el más importante fue su gente, a quienes conquistó desde el principio. Se ganó el respeto de todos, incluso de aquellos que no la conocían.
Junto a ella, hasta el final, ha estado su hijo Alejandro, que ha contado que se fue de repente. Llegó al hospital para una revisión y desde allí se marchó.
Eso sí, no ha sufrido y ha disfrutado hasta el último momento acompañada de su familia durante su último mes de vida.
Ahora que ha fallecido, también cumplirá el que era su último deseo: dar un paseo en coche de caballos por Triana, el barrio que la vio nacer.
María Jiménez, una mujer adelantada a su tiempo
María Jiménez era flamenca, pero supo salirse como ninguna del estereotipo folclórico. Era una mujer adelantada a su tiempo y así lo demostraba con su manera de moverse, de bailar o de salir al escenario.
En sus inicios era conocida como 'La Pipa' y pronto su forma de cantar dejó asombrada a una España a la que acababa de llegar el calor. Nadie lo hacía como ella, porque ella más que cantar, contaba historias.
No era flamenca ni folclórica, pero su sensualidad y las letras de sus canciones la convirtieron en una artista con un estilo inimitable. Ella superó la censura y cuando parecía que estaba de vuelta, encabezó la lista de éxitos durante semanas en los años 2000.
Vestida de pavo real tras su separación de Pepe Sancho sacó uno de los discos más importantes del mundo de la música.
Sus canciones son una terapia que realiza hasta el último concierto de su vida. Su fuerza y su garra son ya eternas.
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