En Benalúa (Granada)

Fallece una menor de 13 años tras inhalar gas butano en su domicilio: ¿Cómo ocurre la 'muerte silenciosa'?

La joven estaba en su casa, una casa cueva de la localidad, cuando se metió en el baño para darse una ducha antes de ir al instituto. Puesto que tardaba mucho en salir, sus padres entraron y vieron que se había desmayado. No se sabe la causa de la muerte, pero la principal hipótesis es una intoxicación por gas butano.

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Amelia, una menor de 13 años ha fallecido en Benalúa de Guadix (Granada) después de inhalar gas butano mientras estaba en su domicilio, una casa cueva de la localidad.

La joven vivía junto a sus padres y sus dos hermanas, y, pasadas las siete de la mañana, se metió en el baño para darse una ducha antes de ir al instituto.

Tiempo después, viendo que no salía, sus padres abrieron la puerta y la encontraron desmayada. Directamente la cogieron en brazos y la trasladaron en coche al hospital de Guadix, a 5 kilómetros del pueblo.

Los sanitarios trataron de reanimarla, pero ya había fallecido. La principal hipótesis es una intoxicación de gas butano, pero, aún así, la autopsia tendrá que determinar la causa exacta de la muerte.

En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con Manuel Martínez, el alcalde de la localidad, que ha dejado claro que el municipio está consternado por lo ocurrido. "No entendemos qué ha podido ocurrir", ha dicho.

Ha explicado que los padres están destrozados, así como todo el pueblo, que apenas tiene 3 mil habitantes.

Consejos ante una inhalación de gases

Lo que le ha ocurrido a esta menor granadina se conoce como 'la muerte dulce' debido a que no somos conscientes de que estamos muriendo, es como si poco a poco nos estuviéramos durmiendo.

Esto ocurre cuando inhalamos grandes cantidades de monóxido de carbono, un gas incoloro, inodoro, insípido y no irritante. Por eso se le conoce como un asesino silencioso.

Este gas se genera por una mala combustión de gas butano, madera, carbón o petróleo, que suelen ser los combustibles de las estufas.

Para que esto no ocurra es fundamental:

  • Tener las estufas en buen estado.
  • Ventilar las estancias en las que se encuentren.
  • No dormir con la estufa encendida.
  • No dejarla encendida si nos vamos de caso.
  • Si se puede, instalar en la vivienda detectores de monóxido de carbono.

Además, en el caso concreto de las estufas de gas butano, el color de la llama es un gran indicador del estado de la combustión.

Si es azul y estable, significa que se está realizando bien y hay menos peligro. En cambio, si es de color amarillo o naranja, debemos dejar de usar la estufa rápidamente.

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