Indemnización histórica por una negligencia en el parto: "No hay dinero que pague la lesión de mi hija"

La ginecóloga que asistió a Susana en el parto decidió retrasarlo varias horas, lo que se ha traducido en una discapacidad del 100% y una parálisis cerebral para su hija Chloe.

Aquella falta de oxígeno prolongada al nacer porque la ginecóloga no llegaba provocó a la pequeña daños irreversibles que, a día de hoy, han condicionado la vida de la pequeña. Sin embargo, su familia ha conseguido hacer justicia.

La justicia ha terminado condenando a la médico y al seguro privado que dio cobertura al parto a pagar 11 millones de euros a la familia. "Sentimos alivio, pero no hay dinero en el mundo que pague la lesión que le han causado a mi hija", ha advertido Susana.

Pese a la recompensa económica, la vida de Chloe nunca será normal. Gracias al apoyo de su familia y de los que más la quieren, la pequeña ha logrado salir adelante y ser feliz.