Nos lo cuenta
Ingrid reconoce haber sido una compradora compulsiva: "Todo esto tiene que ver con un trasfondo de vacío y soledad"
A sus 28 años, Ingrid reconoce haber tenido un problema con las compras. Esta, confiesa que ha llegado a gastarse 4.000 euros al mes solo en ropa y maquillaje.

Publicidad
Desde que Ingrid era pequeña, mostró especial pasión por las compras. Sin embargo, jamás pensó que esto se volvería un problema y que condicionaría toda su vida.
La obsesión de Ingrid con las compras llegó a volverse excesiva. La joven trabajaba como dependienta en una tienda y, al terminar su turno, se iba a otras tiendas a comprar, llegando a gastarse la mitad de su sueldo el día que lo cobraba.
"Llegué a tener cuatro tarjetas de crédito y las ponía las cuatro al límite", confiesa. Desde ese momento, decidió hacer frente a su problema y tomar medidas para reducir sus gastos.
Hoy, gracias a su autocontrol, puede decir orgullosa que se está recuperando de su trastorno. Además, ha podido llegar al trasfondo de su problema: un vacío y una soledad que le llevaron a comprar compulsivamente para tapar la tristeza.
Con su testimonio, Ingrid trata de ayudar a personas que, como ella, no sepan que tienen un problema y, sin darse cuenta, se terminen convirtiendo en esclavos de sí mismos.
Publicidad