Investigación
El jamón, producto estrella para robar en Navidad y vendido en el mercado negro con un descuento del 50%
Los ladrones aprovechan estas fiestas en las que este producto es el más demandado y consumido para entrar en las tiendas y locales para hacerse con un gran botín y después venderlos a un bajo precio en webs de segunda mano, redes sociales o mercadillos.
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Los jamones se han convertido en Navidad en los objetivos principales de los ladrones. La Guardia Civil y la Policía Nacional acaba de desmantelar una banda que actuaba en Sevilla y que vendía el producto en el mercado negro.
Una de las víctimas es César Arenas, a quien han asaltado en cinco ocasiones durante el año 2023. En tres de ellas se llevaron productos y en las otras no, pues no les dio tiempo.
En total, se han llevado 40.000 euros en el último año.
El último asalto ha sido antes de las fiestas y se han llevado 50 jamones, además de bebidas alcohólicas, todo por un valor de alrededor de 10.000 euros. Los ladrones ya han sido detenidos.
El mercado negro de jamones
Los ladrones saben que el jamón es el producto estrella de la Navidad, y por eso los robos se multiplican en estas fechas. El botín son centenares de patas valoradas en miles de euros.
Estos robos ponen en jaque a los productores y comerciantes, pero... ¿A dónde van a parar los jamones robados?
Según la Guardia Civil, el objetivo de los ladrones es venderlos y obtener un beneficio a través de portales de internet en los que ofrecen el producto a muy buen precio.
Se trata de un mercado negro que es tan sencillo de encontrar como buscar la palabra 'jamón' en una web de segunda mano o en redes sociales.
En internet se ofrecen paletas y jamones de calidad superior por 35 euros, algo imposible según el charcutero al que hemos contactado. "O es un producto robado o alguien que nos está engañando", ha dejado claro.
Al contactar con uno de los vendedores de estos productos, nos ofrece el jamón con un descuento de más del 50% de lo que costaría en tienda, pero las webs de segunda mano no son su único nicho de mercado.
Los mercadillos de las ciudades también venden jamones sin etiquetas ni envases que también están agotados.
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