Descúbrelo
El lado más personal de Paco Martínez Soria: "Llegó a llorar con algunas críticas"
Le recordamos como un entrañable hombre de pueblo que llega a ciudad y se convirtió en el icono de la comedia española. En Y ahora Sonsoles hablamos con Javier Lafuente, su biógrafo, que nos cuenta todos los detalles de su vida dentro y fuera de escena.
Publicidad
Paco Martínez Soria es una de las imágenes del cine español. Con su cesta de pollos y su boina se convirtió en el estandarte de la comedia en nuestro país, llevando el género a su máximo esplendor.
A sus 60 años, Martínez Soria se convierte en un fenómeno de masas con su papel de pueblerino perdido en la gran ciudad. Miles de españoles que sufrían la posguerra se identificaban con él y reían a carcajadas. En una época en la que la mayoría de los actores interpretan el papel de galán, el más popular era el único que se alejaba de ese estereotipo.
Paco vivió en sus carnes la crudeza de la posguerra. Los primeros años no tenía ni para pagar a sus empleados, no es hasta 1945 con trabajo incesante que consiguió solvencia económica.
El actor fue muy valorado por el público, pero su compromiso iba más allá. Siempre luchó por reivindicar los papeles pequeños y el trabajo de sus compañeros, hasta el punto de que, si le salvaban a él, pero criticaban a sus compañeros, lloraba. "Si se metían con sus compañeros, le dolía", advierte su biógrafo Javier Lafuente.
El Martínez Soria de la pantalla divertido y guasón tenía poco que ver con la personalidad real del actor, que fuera de escena vivió para trabajar. Sus giras apenas le permitían disfrutar de su mujer o de sus cuatro hijos.
Hoy, Javier Lafuente recuerda a Paco Martínez Soria, un hombre que, aunque alcanzó lo más alto en la escala de la fama, nunca perdió la cercanía y la humildad. ¡No te pierdas su entrevista en el video de arriba!
Publicidad