En Palma de Mallorca
Un policía, detenido por alquilar sótanos insalubres de 10 metros cuadrados a inmigrantes: "Hay cucarachas"
El agente ha sido puesto en libertad con cargos y, a pesar de la detención continua cobrando el alquiler personalmente a los más de 70 inquilinos que pagan más de 300 euros por sótanos y trasteros insalubres. Los vecinos temen qué va a pasar con ellos ahora.
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Un agente de la Policía Local de Palma de Mallorca ha alquilado más de 70 trasteros de 10 metros cuadrados a inmigrantes, que vivían en condiciones infrahumanas.
En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con Joanna, una mujer que lleva 6 años pagando 650 euros por un habitáculo por el que antes pagaba menos, pero el agente les ha subido el alquiler.
"Lleva muchos años aquí, todo el mundo lo conoce y sabe que es él quien alquila estas habitaciones", ha asegurado Joanna. Recientemente ha sido detenido, pero, a pesar de haber sido puesto en libertad con cargos, sigue acudiendo a cobrar el alquiler en persona.
"Hay cucarachas y no hay ventilación"
Eso sí, trata de protegerse ofreciendo a otro hombre cobijo gratuito a cambio de información. "Yo no pago ni nada, estoy de prestado porque el hombre que lo paga está de vacaciones", ha dicho.
El lugar en el que están este hombre y Joanna son sótanos y trasteros insalubres, pero los hay peores. El sótano en el que vive Reina, por el que paga 370 euros desde hace 7 años, apenas tiene 10 metros cuadrados en los que se distribuyen el inodoro, la ducha, un hornillo y un frigorífico.
Todo sin ventilación, pero, además, el agente ha colocado dispositivos para controlar el consumo eléctrico, manipulando así a su antojo las facturas de la luz.
Está acusado de un supuesto delito de estafa y de atentar contra la integridad física y moral.
En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con diferentes afectados y habitantes de estos "miniapartamentos", como los llama el detenido. Luis es uno de los inquilinos afectados, que llegó a él por un compañero de trabajo.
Él, además, nos ha mostrado el contrato, que no tiene datos más allá del número de sótano que ha alquilado. "Hay cucarachas y no hay ventilación", ha explicado. Eso sí, cuando le pidió que le hiciese una reparación en el baño, que estaba lleno de excrementos, se puso furioso.
Asunción es otra de las afectadas, que lleva un año y medio viviendo allí. Ahora tanto ella como el resto de vecinos tienen miedo de qué va a pasar con ellos.
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