La princesa Leonor, condecorada en Zaragoza al igual que lo fue su padre, Felipe VI, hace casi 40 años

La princesa Leonor ha sido homenajeada en Zaragoza con las máximas distinciones de la ciudad y el Gobierno de Aragón. A las 10.30 de la mañana recibía en el Palacio de la Aljafería la medalla de las Cortes de Aragón.

Poco después, ya en el ayuntamiento de Zaragoza, se le otorgaba el título de hija adoptiva de la ciudad de manos de la alcaldesa.

De camino al siguiente acto en la Seo de San Salvador, recorrido que ha hecho a pie, la princesa de Asturias y Girona se ha mostrado muy cercana saludando a los cientos de personas que han querido arroparla en este día tan especial.

Pero sin duda el momento más emotivo ha llegado a mediodía en la catedral, al recibir la medalla de oro de Aragón. "Habéis hecho posible que en este tiempo me sienta una aragonesa más, una maña más", ha dicho Leonor.

Un discurso de agradecimiento en el que la princesa ha recordado a otro maño de adopción, su padre el rey Felipe. Y es que Leonor ha revivido lo que hace treinta y ocho años experimentaba Felipe VI en estos actos, entre los que ha habido algunas similitudes y varias diferencias.

Al igual que su padre en 1986, la princesa ha acudido a los actos vestida de cadete y lo ha hecho completamente sola, sin sus padres, lo mismo que el entonces príncipe de Asturias.

La principal diferencia es el hecho de que, mientras la princesa de Asturias ha vivido en un solo día tantos reconocimientos, en aquel entonces su padre recibía las condecoraciones por separado: la medalla de las Cortes y el título de hijo adoptivo en 1986 en dos actos celebrados con una semana de diferencia y la medalla de Aragón tres años más tarde, en 1989.

Eso sí, en ambos casos las distinciones llegan cuando ambos estaban a punto de finalizar su formación militar en la Academia de Zaragoza, completando así una etapa fundamental como herederos de la corona.