Analizamos las pruebas aportadas por Julia Faustyna, la joven que asegura ser Madeleine McCann

El caso de la desaparición de Madelein McCann sigue más vivo que nunca 16 años después. Julia, una joven polaca de 21 años, asegura que ella podría ser la niña a la que se busca desde el año 2007, cuando desapareció sin explicación mientras dormía en un apartamento de Portugal y sus padres cenaban.

La familia de la pequeña ha preferido no decir nada, pero esta joven ha conseguido ponerse en contacto con ellos y ha accedido a hacerse la prueba ADN.

Pero… ¿Realmente se parecen estas dos niñas? En ‘Y ahora Sonsoles’ hemos analizado todas las pruebas que Julia ha aportado para demostrar su teoría de que ella podría ser Madeleine. Lo primero en lo que todo el mundo se ha fijado ha sido la marca del ojo derecho, un pequeño defecto hereditario.

Además, tiene la misma marca en la mejilla izquierda y los mismos lunares que Madeleine cuando tenía apenas 3 años. Julia también se ha comparado con los que podrían ser sus padres biológicos, y es que la joven tiene una sonrisa muy parecida a la del padre de la pequeña desaparecida.

Los datos de la vida de Julia también podrían coincidir con la historia de Madeleine, y es que esta joven polaca fue adoptada, apenas tiene recuerdos de infancia y sus padres adoptivos se niegan a darle cualquier detalle de su pasado.

Por último, Julia fue víctima de abuso sexuales por parte de un pedófilo apellidado Ney, coincidiendo con el apellido de uno de los principales sospechosos de la desaparición de la pequeña, Martin Ney.

Solo hay un dato que no encaja, y esa es la edad de la joven. Ella tiene 21 años, pero, eso sí, no hay ningún documento que lo acredite. Por tanto, solo la prueba de ADN podrá despejar todas las incógnitas de este caso.

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