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"Mi ritmo de vida iba a matarme": la historia de superación de Carlos
Carlos llevaba un ritmo de vida lleno de fiesta que afectaba tanto a su día a día, a su cuerpo y a su trabajo. Todo con el fin de caer bien a la gente. Sin embargo, tras unos análisis del médico, quiso dar un giro de 360 grados.
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Hace tan solo un año, Carlos pesaba 112 kilos y afirma que llevaba a comer y a beber por tres. Tuvo claro que si seguía así, no iba a durar mucho tiempo y quiso dar un vuelco a su vida.
Por las noches se llegaba a tomar más de ocho copas y comía muchísimo, incluso llegaba a vomitar de todo lo que ingería. Sentía la necesidad de caer bien a la gente.
Afirma a este programa que cuando bebía, dejaba de sentir vergüenza por su físico y parecía que todo le daba igual, pero en el fondo era todo lo contrario.
Este ritmo de vida le llegó a afectar incluso al trabajo ya que le han llegado a echar en varias ocasiones por faltar muchos viernes ya que tenía resaca.
Ahora, tras unos análisis en el médico, hace deporte entre cuatro y cinco días, solo sale una vez a la semana de fiesta y sin excederse.
Un cambio de vida que puede ser inspiración y referencia para muchas personas y que conocemos en el plató de Y ahora Sonsoles.
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