Hablamos con ellos
La familia de Sara Gámez, fallecida tras una lipoescultura llena de irregularidades, siguen pidiendo justicia
La joven entró en quirófano en enero de 2021 para someterse a una operación estética y, al salir, tuvo que ingresar en el hospital en estado grave. Un mes después falleció. Tanto el cirujano como el anestesista están encausados por homicidio imprudente y este último también por no estar presuntamente autorizado para participar en la intervención.
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Sara Gómez falleció en enero de 2021 tras una operación de lipoescultura plagada de irregularidades.
Tanto el cirujano como el anestesista están encausados por homicidio imprudente y, a la espera de que se celebre el juicio, la jueza instructora ha decidido imputar al anestesista otro delito más: presuntamente ni siquiera estaba autorizado para intervenir en la operación.
Y es que el informe que emitió tras la lipoescultura estaba firmado por otro médico y, además, este anestesista no tenía autorizada la compatibilidad en el Servicio Murciano de Salud, a cuya plantilla pertenece.
Por otro lado, la magistrada considera que el facultativo utilizó las claves de otro compañero, también imputado, para participar en la operación.
En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con sus hermanos, que han asegurado que han recibido la noticia de esta nueva irregularidad por un lado con satisfacción porque su hermana, ha dicho, fue engañada. "Pasan cinco horas desde que está grave hasta que se llama al 112, y esto da respuesta", ha dicho.
Sin embargo, también sienten rabia por lo que ocurrió y todo lo que se hizo mal en la operación.
Nora, su hermana, le ha pedido al anestesista que diga la verdad y al doctor que deje de apuntar al hospital que quiso salvar a Sara. "Fue usted quien hizo esa barbarie", ha dicho.
La operación de Sara Gómez
El mediodía del 2 de diciembre de 2021, Sara entró en el quirófano de un centro privado de Cartagena para hacerse una lipoescultura y, por la tarde, salió en estado crítico hacia el Hospital Santa Lucía de Cartagena.
Allí permaneció ingresada en estado muy grave durante un mes hasta que falleció. En ese momento la familia emprendió una batalla judicial y legislativa que llevó a la aprobación de la conocida como 'Ley Sara'.
Esta busca evitar el intrusismo profesional en las operaciones de cirugía estética y que se informe en todo momento al paciente sobre las competencias y las técnicas a las será sometido.
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