Siete familias sin banquete de comunión: esta es la versión de los responsables del catering contratado

El día de la comunión es uno de los días más especiales para cualquier niño, pero para siete familias de Algete (Madrid) no ha sido así, especialmente para los que eligieron celebrarla en el club Santo Domingo.

Y es que los invitados se han quedado sin comida sin previo aviso y no había nada montado a las dos y media de la tarde, un servicio que ya se había pagado por adelantado. En total, el precio osciló entre los 2 mil y 5 mil euros, dinero que han perdido.

Hace meses que estas familias habían reservado los servicios de una empresa que, dos días después de las comuniones, no ha respondido a las llamadas de los afectados.

Al encontrarse sin comida, y después de horas en el local esperando a la persona que había organizado todo, decidieron tomar una solución rápida e ir a comer a sitios de comida rápida o incluso comprar cualquier cosa en un supermercado.

En el momento pusieron una hoja de reclamaciones y, ante el revuelo, el restaurante ha pedido disculpas, pero se ha desvinculado del problema.

María Rodríguez es una de las madres afectadas. Cuando ellos llegaron al lugar, estaba todo manga por hombro, no había camareros ni nada. "Las niñas me tuvieron que ayudar a limpiar", ha dicho.

Lo que comieron en ese momento fueron las tartas que ella llevaba para la merienda y algunos entrantes que consiguieron que sacaran después de entrar cuatro veces a la cocina.

En cuanto a los niños, ellos preguntaban sobre la comida, y lo único que podían hacer los familiares era buscar a un responsable. Al no encontrarlo, llamaron a la Guardia Civil.

La versión de los responsables

La empresa ha dado su versión y ha asegurado que no es una estafa, sino un mal servicio. Además, han asegurado que sí había comida y bebida y que las familias que se han visto afectadas han maquillado los vídeos que hemos visto.

Por otro lado, sí había un responsable y que la única persona que no estaba en el local era con quien habían contratado todo. También asume su parte de culpa, pero que él tuvo que aguantar mucho.