La soledad de Ruiz Mateos en sus últimos años de vida: "Me encontré a su familia jugando a las cartas y a él tirado en el suelo"

En 'Y ahora Sonsoles' hemos contado en exclusiva cómo vivió José María Ruiz Mateos sus últimos meses de vida, algo que contaba en un escrito en el que pedía ayuda antes de morir, pues se sentía solo.

Su persona de confianza en aquel momento, Jesús Urdiciáin, confesó que estaba abandonado y que su familia no le hacía caso. "Un día fui a Aravaca y me encuentro a la familia jugando a las cartas y a él tirado en el suelo", ha asegurado.

Su amigo también ha dejado claro que lo ignoraban y lo descuidaban, y que eran sus inversores quienes le llevaban comida.

Un día, ha explicado, incluso se perdió. "Los vecinos se lo encontraron abrazado a un árbol", ha explicado, y lo llamaron a él para avisarle.

Paloma García Pelayo ha explicado que a la familia no le sorprenden estas declaraciones y, además, lo niegan todo. "Sí reconocen que no estaba bien porque el párkinson estaba muy avanzado", ha asegurado la periodista.

Además, han anunciado que van a tomar medidas legales contra quienes duden del bienestar de Ruiz Mateos en los últimos años de vida.

El testamento secreto de Ruiz Mateos

En 'Y ahora Sonsoles' hemos accedido, en exclusiva, al documento firmado por José María Ruiz-Mateos en enero de 2015, en el que cede todos los derechos de la indemnización de Rumasa a su hombre de confianza en ese momento, Jesús Urdiciáin.

Lo hace con una intención, que es que sea este hombre quien pague a los inversores. Haciendo esto, sin embargo, dejó a su familia fuera de la herencia millonaria.

Este testamento secreto está fechado en enero de 2015 y ratificado ante notario el 6 de febrero, pero fue el propio Jesús quien tuvo que reclamar al estado esa indemnización.