Nos cuenta su experiencia
Susana se sometió a un trasplante capilar: le injertaron 1.800 folículos en una operación que duró 6 horas
Comenzó a perder pelo con 23 años. Después de probarlo todo, y sin éxito, decidió someterse a un trasplante. Ha venido al plató de Y ahora Sonsoles para contarnos por qué tomó esta decisión y el motivo por el que empezó a caérsele el pelo.
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Una de cada cuatro mujeres en nuestro país sufre alopecia, y existe todo un abanico de métodos para prevenir la caída capilar, un negocio en auge.
Ante esta realidad, muchas deciden dar un paso adelante con los implantes capilares, cuya demanda va en aumento entre las mujeres y que consiste en repoblar ciertas partes del cuero cabelludo con pelo extraído de otra zona donante.
Un proceso largo que no tiene un impacto inmediato porque hay que revitalizar algunas zonas donde el pelo ha muerto. Su coste medio es de 5.000 euros pero es una de las operaciones estéticas a las que más recurren las mujeres.
Es el caso de Susana, que comenzó a perder pelo con 23 años. Después de probarlo todo, y sin éxito, decidió someterse a un trasplante y le injertaron 1.800 folículos capilares en una operación que duró 6 horas.
En Y ahora Sonsoles hemos recibido su visita, que espera que ya no se le vuelva a caer. Empezó a caérsele el pelo porque tenía anemia de hierro y con medicamentos se evitaba, pero fue madre y comenzaron a haber problemas de depresión en casa, además de mala alimentación, y la caída empeoró.
Ella decidió someterse a un trasplante capilar. Ella había probado con otros tratamientos y también haciendo deporte, pero no dio resultado. Y es que en las mujeres la calvicie se ve peor que en los hombres, ha considerado Susana.
En plató también hemos recibido la visita de la doctora María del Carmen Soto, que ha explicado que es muy importante que el médico que hace el trasplante acompañe en el proceso en todo momento, por eso hacerlo, por ejemplo en Turquía, es delicado porque, si sale mal, el doctor está lejos y es más complicado.
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