Los vecinos de Huétor-Tajar, destrozados tras el asesinato de un abuelo a sus nietos: "¿Cómo el Señor permite eso?"

La noticia de que Pepe, un hombre de 72 años, ha asesinado a sus dos nietos de 10 y 13 años y posteriormente se ha suicidado ha dejado conmocionado al pueblo de Huétor-Tajar (Granada). En Y ahora Sonsoles hemos hablado con José Antonio, el vecino del abuelo.

"Parece una película de terror", ha dicho, unos hechos que comenzaron el pasado 19 de marzo cuando tuvieron un accidente en el que murieron su mujer y su hija, madre de los niños. Los vecinos no se explican qué ha podido pasar por su cabeza para hacer lo que ha hecho.

Durante estos días, Pepe ha participado con sus nietos en una carrera que hubo hace apenas unos días, e incluso vivía con los niños y con su yerno. "Si hubiese alguna discrepancia el padre se habría ido a vivir con sus hijos a otro sitio", ha dejado claro José Antonio.

El vecino también ha explicado que no volvió a ver a Pepe conduciendo tras el accidente, ya que le quitaron el carné y se rumoreaba que había vuelto a coger el coche con los menores, lo que había provocado discusiones con el padre.

En cuanto al accidente que ha ocurrido, este vecino ha asegurado que en el funeral sí se preocuparon por cómo se lo tomaría Pepe y que pudiera cometer alguna locura ya que él se culpabiliza de lo ocurrido.

También hemos hablado con Ana Isabel Gutiérrez, psicóloga, acerca de la culpabilidad que sentía este abuelo, ya que fue él quien se quedó inconsciente. "El pensamiento intrusivo de que podía sentirse responsable es muy difícil de alejar y más pasando por un duelo múltiple", ha explicado.

Eloísa, amiga de la familia, se ha mostrado también destrozada por lo ocurrido, sin poder contener las lágrimas. "¿Cómo el Señor permite eso?", ha dicho, y es que ella también tiene nietos.

En Y ahora Sonsoles también hemos hablado con el alcalde de Huétor-Tajar, ya que el pueblo ha quedado completamente conmocionado.

El accidente que cambió la vida de Pepe

Todo comenzó el pasado 19 de marzo en el kilómetro 6 del término municipal de Loja (Granada). Pepe, de 72 años, conducía un vehículo junto a sus dos nietos de camino al conservatorio. Dentro también iban su mujer Josefina y su única hija, María José, madre de los menores.

De repente, Pepe sufrió una apnea respiratoria y se desmayó, por lo que el vehículo acabó estrellándose contra el hormigón en un túnel.

Su hija y su mujer fallecieron y Pepe no pudo superarlo. Durante dos meses tuvo ayuda psicológica, pero nada le quitaba la idea de quitarse la vida de la cabeza.

Tras lo ocurrido, Pepe perdió el carné de conducir pero seguía usando el vehículo con los niños, lo que provocó discusiones con el padre de los menores.

El abuelo estaba completamente hundido pero jamás se pensó este triste final para la familia.