Existen personas a las que les resulta efectivo separar una parte de su presupuesto de manera semanal para que cuando llegue el final del mes tengan una cantidad de dinero ahorrada. Otros, sin embargo, no necesitan esa organización ya que son prudentes en lo que se refiere a sus finanzas y son capaces de ahorrar sin necesidad de apartar una parte de su presupuesto.
Cada uno somos diferentes y tenemos que encontrar el modo que nos resulte más eficaz para sacar el máximo partido a nuestra economía. A continuación te contamos algunos métodos que pueden servirte de ayuda:
El reto de las 52 semanas. Consiste en introducir en un recipiente la cantidad de dinero equivalente a la semana en la que nos encontramos. Es decir, en la primera semana guardaremos un euro, dos euros en la segunda y así sucesivamente. Se trata de cantidades muy pequeñas, por lo que es una forma de conseguir ahorrar a largo plazo una cantidad sustancial sin que esto suponga un problema en nuestro día a día.
Cada uno somos diferentes y tenemos que encontrar el modo que nos resulte más eficaz para sacar el máximo partido a nuestra economía
El reto de los 30 días. Es un método similar al mencionado anteriormente, con la diferencia de que tenemos que aportar dinero diariamente. De este modo, el primer día introduciremos un euro en un recipiente, dos euros el segundo día, etcétera.
La hucha del cambio. En este caso no es necesario marcar la cantidad exacta de ahorro diario. Basta con comprar una hucha e introducir en ella monedas todos los días. Podemos destinar a este fin, por ejemplo, el dinero que nos sobra de ir a comprar el pan, las vueltas de haber pagado un café o las monedas de menor valor que llevamos en nuestra cartera y que rara vez utilizamos.
El método Harv Eker. La idea es racionalizar el gasto con unos porcentajes fijados de antemano, de modo que un 10% de nuestros ingresos sean destinados al ahorro.
El fin es ser constantes en nuestro objetivo por lograr un colchón financiero que nos aporte tranquilidad para el futuro. De nada sirve tirar la toalla a los dos meses de haber empezado con alguno de estos métodos porque no vemos resultados a corto plazo. Además, hoy en día tenemos la suerte de contar con multitud de herramientas digitales, como la app de BBVA, que nos facilitan la tarea de llevar la cuenta de lo que ingresamos y gastamos, de forma que ahorrar está a un click.
Los usuarios de la aplicación de BBVA tienen recomendaciones personalizadas para ayudarles a ahorrar. Reciben mensajes proactivos a través de los que, en función de sus ingresos y gastos, se les sugieren fórmulas para optimizar su ahorro y poder cumplir objetivos como viajar o llegar a la cantidad marcada para poder hacer frente a cualquier imprevisto. En definitiva, se trata de conseguir ahorrar poco a poco sin que ello altere de forma considerable nuestra rutina.