Concha ha reunido a toda la familia para comunicarles una triste noticia: ha decidido vender la casa familiar. Resignados a tener que despedirse del hogar donde crecieron juntos y felices, los hermanos Navarro deciden pasar una última noche en La Rosconera…
Lolo lleva un tiempo sufriendo desvanecimientos y el bueno de Camilo le hace notar que el motivo bien puede ser psicológico. Lolo se resiste a entrar en el juego del coletas hasta que un nuevo desmayo le obliga a enfrentarse a sus miedos: sí, tiene un trauma. Y Camilo la terapia perfecta para superarlo.
Santi descubre a Camilo sisando unos euros del bolso de su madre y saliendo de la casa a hurtadillas. Algo trama. Santi y Manuel le siguen para averiguar qué se trae entre manos y se quedan de piedra al descubrir que el sanador acude a su camello en busca de su dosis. Sí, Camilo es adicto. ¿Pero a qué?
Hace días que Gorka compró un anillo para pedirle matrimonio a Mariví, pero el caso es que no acaba de atreverse a dar el paso. Harta de esperar, Mariví pone a su novio entra la espada y la pared. Y entonces aparece Eva, al son del “Bailar Pegados”…