El palacio de Monsalves, en Sevilla, seguirá siendo el centro de operaciones de ‘Allí abajo’. Este precioso edificio acoge varios de los escenarios de la serie, entre ellos, la Clínica Híspalis y la taberna Kaia.

‘Allí abajo’ continuará apostando por localizaciones reales para su tercera temporada como uno de los rasgos que mejor definen a esta comedia. La ficción de Atresmedia estrenará nuevos escenarios para acoger las tramas y personajes de la tercera entrega.

Así será la tercera temporada

En la tercera entrega de ‘Allí abajo’ norte y sur volverán a quererse… tanto como a odiarse. Y es que el choque cultural entre los personajes de uno y otro territorio, así como los más entretenidos malentendidos, mantendrán viva la chispa de la diversión, garantizando a los fans de la serie muy buenos ratos en familia.

Iñaki y Carmen, al norte

El norte cobrará mayor importancia en esta nueva entrega en la que, tras casarse, Iñaki y Carmen deciden trasladarse a vivir a Euskadi pues, justo en el día de la boda, Iñaki se enteró de que el gran sueño de su vida podría hacerse realidad: Arzak tenía una plaza en su cocina para él.

Por amor, lo que sea. Por eso Carmen se marcha con Iñaki al norte, donde él descubrirá que tendrá que disputar esa plaza con Gotzone, una cocinera tan ambiciosa como tramposa. Será un dolor de cabeza para el bueno de Iñaki. Entre tanto, Carmen se aburrirá allí arriba más de lo esperado… lo que provocará que la cuadrilla, como buenos amigos, intenten hacer lo imposible para que Carmen se sienta como en casa. Y claro, Peio, Koldo, Sabino y Antxón no siempre tienen las mejores ideas… La enfermera también recibirá en tierras vascas la visita de su padre, Antonio, y de Frasquito, que acudirán a intentar sacar una sonrisa a la niña de sus ojos al notarla deprimida.

Carmen, que ha pedido un año de excedencia en la clínica, comienza a trabajar en la consulta de un ginecólogo vasco –Horacio- que, a diferencia del resto de vascos, sí se comunica muy bien con las mujeres…

En el sur, una herencia lo trastocará todo

Y si el norte va a estar revuelto, en Sevilla las cosas no estarán mucho más tranquilas. Una inesperada herencia lo revolucionará todo y, de una forma u otra, la mayoría de los personajes sureños se verán afectados.

Entre los personajes del sur ahora estará Maritxu que, tras casarse con don Benjumea y tras disfrutar de una alocada luna de miel, tendrá que fijar su residencia en la capital andaluza. Allí, a cuenta de las posesiones de don Benito, la madre de Iñaki se las tendrá que ver ahora con Cristóbal, el díscolo hijo de su nuevo marido, que verá en ella un estorbo para poner en marcha sus habituales chanchullos.

Jozé también se verá afectado de lleno por inesperada herencia y esto también provocará que ponga rumbo a Euskadi, para alegría de Carmen, que siente que con él llega un poquito de esa forma de vida del sur que tanto añora.

El templo de la cuadrilla, en peligro

Una cuadrilla vasca tiene dos pegamentos que la mantienen unida: la férrea amistad y su punto de encuentro, su templo. Eso es la Kaia, la taberna vasca de Iñaki donde desde siempre se han juntado los amigos a jugar al mus y a proponer soluciones imposibles a problemas irresolubles.

Ante la ausencia de Iñaki y Maritxu, Bego continuará encargándose del local. El problema para Bego y la cuadrilla vendrá cuando descubran que una grieta en una de las paredes amenaza la estructura del local. ¿De verdad tendrá Iñaki que cerrar la Kaia?

Nuevos personajes, nuevos decorados

Gorka Otxoa es Horacio

Horacio es un vasco atípico. Si Iñaki encarna la parte más tradicional del norte, Horacio es el moderno y urbanita. Horacio es ginecólogo y se desenvuelve muy bien entre las mujeres. Por lo menos hasta que conoce a Carmen: la chispa de la sevillana tambaleará su mundo y sacará su parte más patosa y ridícula.

Nerea Garmendia es Gotzone

Gotzone es una joven cocinera que rivalizará con Iñaki por el puesto en Arzak. Es ambiciosa, visceral, sin escrúpulos y no dudará en mentir, engañar y maniobrar para librarse de Iñaki.

Elena Irureta es Rosa Mari

Rosa Mari es la madre de Peio. Una mujer dura, resolutiva, y una de las primeras mujeres ertzainas de Donostia. Todo el mundo la conoce en la ciudad por su personalidad y su celo. Recta e implacable, es como un terminator con mechas.