Barros sigue investigando el caso y encuentra a Micky: “Me tienes que ayudar a cogerles”

Pese a las indicaciones del comisario Luján, Barros está decidido a investigar la supuesta trama de corrupción policial que hay detrás del caso de los atracos a las joyerías.

Luján ha intentado por todos los medios que Barros deje de investigar, incluso ha hablado con su hija María para que le convenza de ello.

Sin embargo, el inspector está empeñado en seguir su instinto y confirmar que su teoría de los policías corruptos es cierta.

El padre de María ha conseguido contactar con Micky, uno de los yonquis implicados. Él era el confidente de un compañero suyo de la policía pero este le ha dejado tirado.

Barros pretende que Micky le cuente todo lo que sabe y le ayude a coger a los policías corruptos que le están persiguiendo.

Pero él no se encuentra por la labor: “La policía no se preocupa por gente como yo, para vosotros somos escoria y solo nos utilizáis a vuestro antojo”.

“No te voy a dejar tirado, confía en mí”, le ha asegurado el inspector. Sin embargo, después de que le hayan dado la espalda, Micky no se fía de la policía y le ha negado su ayuda.

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