Momentos capítulo 2.710
El beso de despedida de Marisa llena de ilusión a Pelayo: “Deberíamos habernos encontrado mucho antes”
Marisa visita a Pelayo antes de poner rumbo a Salamanca. Agradeciéndole los días que han pasado juntos, la mujer se lanza y le besa.
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La historia de Marisa y Pelayo ha sido tan inesperada como bonita. Marcelino engañó a su padre para llevarlo a la caravana de mujeres y, como el destino tiene sus propios planes, allí se encontró con la viuda de su amigo Aquilino.
Desde el primer momento, Marisa y Pelayo conectaron muy bien. Todo parecía que iba a quedarse en una bonita amistad, pero la cosa cambió cuando la mujer descubrió quién era en realidad el tabernero.
Después de contarle su decepcionante y triste historia de amor con Aquilino, Pelayo se sintió muy culpable porque él había tenido mucho que ver en el triunfo de esa relación ya que, durante el tiempo que los amigos estuvieron en el frente, se hizo pasar por Aquilino y le escribió numerosas cartas de amor a Marisa.
Para compensar el daño causado, Pelayo le regaló un viaje a Atenas, pero eso enfadó aún más a Marisa.
Un día, la mujer se dio cuenta de que las intenciones del tabernero nunca fueron malas y, justo en ese momento, empezó a mirarlo con otros ojos. Tras varias citas recorriendo Madrid, Marisa ha decidido volver a Salamanca, pero antes se ha despedido de Pelayo…¡con beso incluido!
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Ahora, Pelayo ha prometido escribirle de nuevo. ¿Volverá Marisa pronto a Madrid?
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