Maica zanja las intenciones de Gorka y le para los pies: “Aléjate de mí”

Después de unos días de continuo agobio por parte de Gorka al no querer dejarla sola, Maica se siente confundida. Cree que el párroco está jugando con ella al ser contradictorio entre sus palabras y sus actos.

Por eso, Maica acude al centro social para poner fin a su juego y que no continúe jugando con sus sentimientos: “Te quiero lejos”.