Último capítulo de Amar
Marcelino se despide de Pelayo mientras continúa su legado en El Asturiano: "Usted siempre ha sido mi faro"
Antes de marcharse de la Plaza de los Frutos para empezar una nueva vida en Salamanca junto a Marisa, Pelayo ha entrado a El Asturiano para despedirse de su querido bar.
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El hombre no ha podido evitar emocionarse al ver a Marcelino. Ahora, ha llegado el momento de separar sus destinos.
Con un nudo en la garganta, se ha disculpado con Marcelino. Tal y como le ha dicho, quizás no era el momento adecuado para dar la noticia frente a todos sus hijos, pero tenía una razón: hacerle un poco más fácil la despedida ya que sabe que esta separación es muy dura para él.
Marcelino ha compartido su dolor ante la decisión de su padre. La complicidad que han compartido, los buenos y malos momentos, se ha reflejado en sus palabras: "Siempre hemos estado aquí, codo con codo. Usted siempre ha sido mi faro".
A pesar de que entiende que su padre necesita seguir su camino y ser feliz, Marcelino ha confesado que lo va a echar mucho de menos. Pelayo es su referencia y, sin duda, no se puede hablar de El Asturiano sin mencionar a Pelayo Gómez.
El abrazo entre padre e hijo ha sellado la despedida, con Pelayo recordándole a Marcelino el amor incondicional que siempre le tendrá. El Asturiano nunca será lo mismo sin Pelayo, pero su legado perdurará en cada rincón del bar y en el corazón de su hijo.
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