Marcelino pide normalidad a Manolita, terriblemente hundida: “No puedo ni respirar”

Marcelino cita a Anabel en su casa a escondidas de Manolita para desahogar sus temores. El hijo de Pelayo teme que Sanabria no haga caso a la promesa que le hizo pactar y se entregue a la policía.

Anabel, asustada, le insiste en que es imprescindible estar al lado de Manuela ahora más que nunca para convencerla de que eso sería una auténtica locura.

"Yo ya no soy la de antes"

Manolita aparece en el salón y sorprende a ambos, sabe que están hablando de ella. Sanabria aprovecha la situación para mostrar su verdad, se siente vulnerable y muy culpable de lo sucedido. La madre de los Gómez siente que no va a poder cargar con este silencio el resto de su vida.

Marcelino y Anabel se temen lo peor.

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