La misión de Cristina al visitar a Ciriaco en la cárcel: ¿Conseguirá que le confiese la verdad?

El tiempo pasa lentamente para Ciriaco desde que ingresó en la cárcel. Acusado injustamente de la muerte de Ana Mari, la prisión se ha convertido en un infierno mayor desde que otro preso conocido como ‘El tuerto’ ha comenzado a chantajearle.

Aunque el joven ha intentado no hacer caso a sus amenazas, una paliza le ha demostrado que está en serio peligro. Además, cuando al fin ha accedido a sus peticiones, ‘El tuerto’ le ha advertido de que llegaba tarde. “Tendrás que pagar los intereses”, le ha avisado.

Por eso, cuando Ciriaco al fin ha hecho su primera llamada a sus padres, les ha dejado confusos. Ha pedido a Cristina que sea ella quien le visite a la cárcel, dejando preocupados a Marcelino y Manolita.

Su hijo ha tomado una arriesgada decisión para poder seguir sobreviviendo en la cárcel: concederá a ‘El tuerto’ lo que le pide. En este caso, se trata de mil pesetas y de dos cartones de tabaco.

La abogada, en su visita a la prisión, se lo lleva. Consigue que el joven le confiese que está siendo chantajeado por un preso. Sin embargo, ella necesita saber otra verdad: dónde estuvo la noche que mataron a Ana Mari. Su versión de los billares no se sostiene: no tiene coartada.

“Será mejor que me cuentes la verdad porque sé que me estás ocultando algo”, le presiona Cristina. Sin embargo, Ciriaco cambia de tema: “¿Puedes decirle a Andrea que venga a verme?”.

La abogada no entiende el comportamiento del hijo de Marcelino y Manolita. Insiste en que le confiese lo que pasó, lo que hizo, para poder sacarle de la cárcel. Le entrega las cosas que le manda su familia, como un álbum de fotos. “¿Cómo le voy a decir a tu madre que no voy a poder sacarte de aquí?”, le advierte, intentando que termine sincerándose. ¿Acabará Ciriaco contando la verdad?

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