Pelayo se despide de doña Paz leyéndole su soneto: “No quiero decirte adiós”

En más de una ocasión, Pelayo ha asegurado que solo muere quien se olvida y, aunque doña Paz siempre estará en su corazón, ha decidido despedirse de ella de la mejor manera posible: leyendo el soneto que escribió con todo su amor.

Ella era la Hidra de las Maravillas pero, al llegar al barrio, todo cambió. Gracias a Pelayo y a la insistencia de Rocío, se convirtió en una mujer totalmente diferente y empezó a ganarse el corazón de muchos.

En su soneto, sus versos estaban cargados de palabras de agradecimiento para Pelayo y, aunque el hombre no quería despedirse, ha conseguido hacerlo de una manera sana y emotiva.