La portentosa intervención de Eugenio ha salvado la vida de Sofía y tanto Adela como Tomás han contraído una gran deuda con él. Tomás se ve obligado moralmente a dar las gracias a su mayor enemigo.
Llega al barrio Rosa Álvarez, una cantante española de mediana edad que ha hecho una modesta carrera artística en Alemania y que ahora quiere triunfar en su propio país.
Ramón ha vuelto de Barcelona para pasar sólo una noche en Madrid antes de marcharse para seguir con su carrera de actor. Tiene intención de hablar seriamente con Manolita sobre su situación sentimental.