Munio amenaza a Marie Anne: “Debería mataros una por una”

Las beguinas han abierto las puertas del beguinato para que el pueblo dé su último adiós a la gran dama. Lucía se acerca al féretro de Lucrecia para decirle las palabras que tiene guardadas en su pecho.

“Hemos venido para que sepas que no os guardamos rencor”, le dice la joven ante su cadáver y la atenta mirada de su hermano Munio. Al tocar a Lucrecia, Lucía tiene un flashback sobre su infancia y el beguinato.

La joven le explica a Munio que ha sentido que ha estado antes en el beguinato. “Lo he visto y era real”, le dice Lucía a su hermano. La pequeña de los Avellaneda no quiere salir del beguinato y Marie Anne le invita a quedarse el tiempo que necesite.

Una actitud que hace enfurecer a Munio que acaba cogiendo a la beguina por el cuello y dejándole una amenaza: “Debería mataros una por una y extirpar vuestra maldad de raíz”.

Lebrín y Telmo llegan a la carrera para parar los pies a Munio y hacer que suelte del cuello a Marie Anne.