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CAPÍTULO 2 | NADIE SE LIBRA DE LAS SOSPECHAS
Mark Latimer es el primer sospechoso de la muerte de su propio hijo en Broadchurch
Una grabación de Mark en los acantilados la noche de la muerte de su hijo pone a los detectives en alerta. Cuando Alec intenta interrogarle, las reacciones de Marc son confusas e inconexas. Una llamada de Ellie avisa que se han encontrado huellas del padre en la cabaña de los acantilados dónde pudo ser asesinado el pequeño.
La investigación del asesinato del Danny sigue su curso pero no arroja resultados concluyentes. Los habitantes de Broadchurch están preocupados por la seguridad de sus hijos y por las repercusiones negativas que la noticia está teniendo en el turismo de la zona. Las cancelaciones en los hoteles aumentan día a día.
Los detectives buscan pistas en casa de los Latimer y encuentran una gran cantidad de dinero en una de las habitaciones. Chloe confiesa que el dinero es de Becca Fischer, la dueña de uno de los hoteles de la ciudad. Ella lo confirma pero asegura que nada tiene que ver con la muerte del chico
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