La ola de frío siberiano que azota Europa no se olvida de hacer una parada en el camping más animado del país. Eso sí, con un dueño como Chema no hay porque tener miedo a la temperatura, él se basta y se sobra para tener a todos los vecinos aterrorizados.

Así, Chema decide que qué mejor momento para subir las tarifas de la calefacción que cuando el termómetro cae en picado. Jose Luis, como buen empleado pelota (y capitalista convencido) le arregla un plan de cobro abusivo como pocos.

Ángel cae víctima de la gripe justo cuando, por fin, llegaba el día de su primera cita con la doctora, Sandra. Jorge, por su parte, busca calentarse a base de revolcones con Eli, la conserje.

Tino no ha notado el ambiente polar que les rodea. Pendiente como está de recibir la prueba de paternidad que puede acabar con su vida, tiene frío corporal garantizado para una temporada.

Y por fin, Bobby y Candela deciden que para pasarse el día tiritando en casa, mejor lo hacen en el campo. La excursión que organizan sólo tiene un fallo: Lola, la madre de Candela, que, armada con una buena ración de alcohol, amenaza con boicotear la romántica escapada.