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Jorge deja a Eli y se marcha a Formentera. Eli se deprime, pero intenta que nadie lo sepa. Sandra se da cuenta y Eli le pide que no se lo diga a nadie del camping. La gente no tarda en darse cuenta de que Eli está mal, ya que trabaja en el camping como si estuviera drogada y destroza más cosas de las que arregla. Eli piensa que Sandra le ha traicionado y le cuenta a su padre que su mujer le pone los cuernos. Después de una discusión que llega a las manos, Sandra y Eli terminan por perdonarse.
Los marqueses se enteran de que la inseminación no ha dado resultado, Sonsoles no está embarazada. José Luis está preocupado por su esposa y para consolarla le compra un cachorro. Los marqueses adoptan al perro como sustitutivo del hijo que todavía no ha llegado.
Dulce quiere independizarse y se marcha al bungaló que Eli utiliza como casa para follar. Allí está Roberto, que previamente ha chantajeado a Eli para que le deje el bungaló para estudiar. Roberto se ve obligado a compartir bungaló con Dulce, a la que no parece importarle. A los que sí les molesta es a Tino, Alicia y Charo, que creen que sus hijos están juntos y hacen todo lo posible para evitarlo. Como venganza, ambos deciden vivir juntos de manera indefinida.
La mujer de Paulino manda todas las cosas de su marido al camping, como señal inequívoca de que le deja para siempre. Estas caen en posesión de Lola, que las vende para sacarse unas perras. Sandra y Ángel intentan recuperarlas antes de que Paulino vea todas sus pertenencias y se entere de que su mujer le ha dejado por otro.
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Santiago se acerca cada vez más a Fina y le pide una cita: “¿Vienes a mi casa a cenar esta noche?”
El empleado está empezando a tener un cierto interés en su compañera de trabajo dejando a Fina un poco descolocada.