Mejores momentos | Capítulo 1
El circo de Ángel Cristo al borde de la quiebra: “No tenemos ni un duro, esto se va a la mierda”
Blasco intenta que Ángel entre en razón para vender a los dos tigres del circo. La situación es crítica para el domador que no tiene dinero ni para pagar a las familias ni para dar de comer a sus propios animales.
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No corren buenos tiempos para el circo de Ángel Cristo. El mejor domador del mundo está viendo como todo se desmorona a su alrededor. Nada más levantarse, escucha a un operario llevarse a dos de sus tigres y no duda en coger la pistola y salir tras él.
Atraídos por los gritos de Ángel, el resto de los trabajadores del circo se percatan de la discusión, incluido los padres de Ángel que intentan detenerle sin éxito: “Te lo voy a decir una vez, o bajas a mis tigres o la siguiente lleva tu nombre”, señala el domador.
Blasco llega corriendo cuando se percata de lo que está sucediendo e intenta evitar que su amiga cometa una locura. Ángel se lleva a Blasco a un lado: “¿Esto es cosa tuya? ¿Desde cuándo tomas decisiones en mi nombre, Blasco?”, pregunta Ángel.
Blasco pide perdón Ángel: “Lo de los tigres ya lo habíamos hablado, no tenemos dinero ni para darles de comer, ni un solo bolo cerrado para la temporada que viene, ¿qué hacemos?”, pregunta irónicamente Blasco, que intenta hacerle ver a Ángel que vender es la mejor solución.
El domador se lleva las manos a la cabeza, no quiere dejar a sus tigres, pero sabe que Blasco lleva razón: “Que se va a la mierda el circo, Ángel, no tenemos ni un duro, ni si quiera para pagar a los trabajadores”.
Blasco ha vendido a los tigres por ocho kilos, mucho menos de lo que valen, al circo de Mancuso. Ángel no tiene más remedio que ceder, cabreado, se marcha y empieza a pensar en buscar una solución para recuperar su circo… ¿será capaz de conseguirlo?
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