El Barco se engalana para recibir a sus majestades los Reyes de Oriente. Los tripulantes del Estrella Polar intentarán por todos los medios que, a pesar de lo sucedido, Valeria pueda vivir las navidades que cualquier niño desearía y se las ingeniarán para que la pequeña tenga los regalos que pidió en su carta, aunque eso suponga fabricarlos con sus propias manos.
Todos se afanan en preparar la función navideña: recortan, pintan, cosen, todo lo necesario para recrear un belén viviente. Sin embargo, Valeria no está muy animada. Ni siquiera quiere hacer la carta para los Reyes Magos porque está convencida de que los camellos no serán capaces de llegar hasta ellos, perdidos en mitad del océano.
Además, son las primeras navidades que pasará sin su madre y ni siquiera está su hermana Ainhoa para consolarla.
De la Cuadra convence a la pequeña de que los camellos son mágicos y, por tanto, debe enviar su carta en una botella, que es como se envían los mensajes en alta mar. Sin embargo, eso supone un problema para el capitán, que no tiene forma de averiguar qué ha pedido su hija. Cuando Valeria tira la botella al mar, descubren que no la ha cerrado bien y se está hundiendo rápidamente hacia el fondo.
El capitán ve la solución perfecta: con la excusa de rescatar la botella de Valeria, podrá leer su contenido.Mientras preparan la representación navideña, los más jóvenes tienen un pequeño encontronazo.
Sol hace callar a Piti llamándole cornudo y diciéndole que su relación con Vilma está muerta y, aunque no lo hayan expresado en voz alta, a todos los efectos ya no están juntos. Piti, asumiendo que Sol lleva razón, trata de hablar con Vilma pero ella, aturdida y agobiada, no sabe darle una respuesta y se marcha. Piti, colgado a 4 metros del suelo con el arnés con el que va a interpretar al ángel de la anunciación, decide no bajarse de ahí hasta que Vilma le dé una respuesta.
Falta alguien que interprete al rey Baltasar y Salomé cree que, por su tez oscura,Gamboa podría ser el mejor candidato. La negativa del profesor es inmediata, no tiene ni que pensarlo un segundo. ¿Por qué iba a hacer él algo por la pequeña Valeria, algo por alguien sin esperar nada a cambio?. Sin embargo, Gamboa se verá sumido en una extraña pesadilla que tal vez le haga recapacitar. Se convertirá por unas horas en el protagonista de su particular "pesadilla antes de Navidad", al más puro estilo Dickens.