María se despierta

Dolores llega al dispensario e interrumpe la confesión. Lesmes sale del “trance” cuando estaba a punto de confesar su alianza con Jacinta. Aurora acude al dispensario y pregunta qué le iba a decir sobre su “hermana” cuando Dolores interrumpió sin sospechar que ésta la está escuchando.

Gonzalo se alegra de que María esté mejor, pero también teme enfrentarse a ella con las manos vacías, esto es, certificándole que Esperanza ha desaparecido.

Aníbal frena las ansias de venganza de Isidro cuando está a punto de matar a Doroteo y ya ha cavado su tumba. Doroteo ha desaparecido.  Isidro va tras él con intenciones asesinas. Don Anselmo llega temiéndose lo peor. ¿Y si es Doroteo quien ha hecho daño a Isidro? Pero no, Doroteo, que se ha llevado lo suyo por parte de Isidro, es apresado y puesto disposición de la Guardia Civil.

Pedro e Hipólito son los nazarenos sacrificados que portan el paso de Semana Santa, y eso porque Dolores prometió que si Dios cumplía, sería ellos los que pagarían.

Reunión de notables. Conrado ha encontrado, y cede al pueblo, un manantial de aguas sulfurosas. Lesmes regresa a casa y se encuentra a Jacinta, ha huido del manicomio y lo está esperando. Aurora está orgullosa del generoso gesto de Conrado y se alegra porque este puede animar a Gonzalo. Conrado, por su parte,  está más feliz que cuando encontró oro en Puente Viejo.

Fulgencio pilla a Mauricio con su contacto que le está informando de la situación económica del médico. El capataz lo amenaza con ir a ver a Francisca y él acepta, pero Fulgencio no iba de farol. Francisca está al tanto de los negocios de su primo y toma partido por él.