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SU HISTORIA DE PRINCIPIO A FIN
La bonita historia de amor de Lola y Prudencio que ha terminado en boda
Puente Viejo se preparaba para celebrar la última boda del pueblo: esta vez la de Lola y Prudencio. Una pareja que, a pesar de los altibajos por los que ha pasado su relación, su amor y pasión han demostrado estar por delante de todos los aspectos negativos. ¡Revive la historia de amor de esta bonita pareja!
Lola apareció en la vida de Prudencio de una manera inesperada ya que un día entró por la puerta mientras él cuadraba los últimos detalles de su negocio junto a Marchena. Lola preguntó por Prudencio Ortega y él se quedó embelesado con la belleza de la joven.
A diferencia de Ortega, Lola tan solo se interesaba por Prudencio porque precisaba de su ayuda: necesitaba que le prestase dinero. Sin embargo, la actitud de Prudencio cambió al saber que Lola iba a casarse con otro hombre. Posteriormente, Lola le confesó a Prudencio que su boda no se iba a celebrar y, le aseguró, que no volvería a enamorarse de ningún hombre. A pesar de eso, Prudencio se atrevió a declararle su amor y ella no quiso rechazar el bonito gesto del joven.
La relación avanzaba poco a poco, comenzaban a experimentar sus momentos más íntimos y vivieron su primera noche de pasión, algo que ninguno de los dos olvidará jamás.
Prudencio no dejaba de mostrarle su amor a Lola y la sorprendía con detalles especiales que dejaban a la joven sin palabras. ¡Qué bonita forma de demostrarle su amor con un gran detalle!
A pesar de los altibajos por los que, de vez en cuando, pasaba la relación, el amor entre ellos se mantenía y su enamoramiento cada vez era mayor. Fue entonces cuando Prudencio le confesó que nunca antes había sentido algo así por otra mujer y ambos se juraron amor eterno.
Entonces la pareja decidió que había llegado el momento de casarse y Prudencio sorprendió, una vez más, a Lola con una romántica petición de mano. La joven, que se quedó sin palabras, no pudo evitar decir que sí y dar paso, de esta forma, a una nueva etapa. Solo faltaba decidir el día de la boda.
La boda se acercaba y Don Anselmo les comunicó que los papeles ya estaban preparados para el enlace. La pareja estaba más feliz que nunca y no podía esperar más a que llegara el día. Prudencio y Lola estaban decididos a pasar por el altar y convertirse en marido y mujer.
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