Sira (Adriana Ugarte) es una joven tímida que ha pasado su vida entera dedicada al taller de costura en el que trabaja su madre, Dolores (Elvira Mínguez). El primer hombre que le ronda, Ignacio (Raúl Arévalo), un modesto funcionario del Gobierno, es con el que se promete. Pero es Ramiro (Rubén Cortada) un hombre de negocios que trabaja como dependiente de una tienda de máquinas de escribir, el que enciende su pasión. Por primera vez en su vida, Sira toma las riendas de su destino, y enfrentándose a su propia madre, abandona a Ignacio días antes de la boda y se lanza a los brazos de Ramiro. Mientras Madrid se convulsiona en los meses precedentes a la Guerra Civil, Sira vive en un romance continuo de la mano de Ramiro.
Es entonces cuando su madre le presenta a Gonzalo (Carlos Olalla), su padre, del que hasta entonces no ha sabido nada. Un buen hombre de rica familia al que Dolores no permitió ayudarle a criar a Sira. Gonzalo le entrega dinero y joyas. En ese momento, Ramiro incita a Sira a marchar a Tánger, una ciudad llena de posibilidades en la que, con el dinero de Gonzalo, podrán abrir un negocio. Pero pocos meses después de su llegada a Tánger, todo dará un vuelco y Sira se encontrará sola en un país extranjero en el que descubrirá que el destino es la suma de todas las decisiones que tomamos en nuestra vida, incluso las que en su momento parecen insignificantes.