Cora secuestró y llevó al Gigante a Storybrooke. Así, este da rienda suelta a su venganza en la ciudad cuando, debido a una confusión de identidad, se ve obligado a intentar saldar viejas cuentas con David.
Por su parte, el Señor Gold, acompañado de Emma y Henry, intentan salir de Storybrooke con la esperanza de mantener su memoria intacta al pasar la frontera de la ciudad. Desde allí, se dirigirán hacia el aeropuerto en plena búsqueda de su hijo Bae.
Grege pregunta a Bella sobre todo lo que ella vio la noche del accidente de coche.
Mientras, en la tierra de las hadas, el gigante Anton trepa por el tallo e intenta hacer amigos con algunos humanos, pero quizá sus intenciones no son realmente buenas.