Román, muy metido en el papel, recita los versos ante la mirada de una Yoli encantada con la situación. Por su parte, a Ruth no parece hacerle tanta gracia. ¿Serán celos?

En medio de todo, el castellano antiguo se le atraganta a Yoli que decide cambiarle el tono a la historia y hacerla algo más personal. Y así, entre discusiones con Olimpia que no da crédito a lo que está presenciando, Yoli remata la escena con un pasional beso a su Romeo particular.