El paso de Süreyya por Hermanos ha sido breve, pero intenso. Aunque estuvimos muchos meses sin ponerle cara a la ausente madre de Süsen, en su vuelta Estambul pudimos conocer de cerca cómo era la relación madre e hija. Süreyya no ha dejado indiferente a nadie y ha puesto patas arriba las vidas de muchos de los protagonistas de Hermanos, tanto por sus líos amorosos, como por los problemas que iban apareciendo por su camino y que no ha sabido gestionar. Nos ha dado mucha pena que haya tenido un final tan trágico y triste, pero preferimos quedarnos con todos los buenos momentos que nos ha regalado en su paso por la serie. ¿Cuál ha sido tu favorito? Su historia con Yaman y Akif Süreyya consiguió trabajo en el Club gracias a Yaman. El padre de Lydia estaba muy interesado en la madre de Süsen y, aunque ella se hacía de rogar, estuvo a punto de casarse con él, aunque Yaman acabó decantándose por Suzan cuando descubrió que estaba esperando un hijo suyo. Akif estuvo pico pala con Süreyya y, finalmente, acabó captando su atención. La madre de Süsen se acabó ilusionando con el empresario, ya que le hacía reír, le regalaba el oído y compartían momentos muy divertidos juntos. Akif llegó a dejar a Nebahat por ella después de engañarla durante un tiempo, pero cuando se enteró que su exmujer estaba esperando un hijo suyo, Süreyya dejó hacerse un lado ante la nueva ilusión del hombre que quería. Su relación con Süsen La madre de Süsen estuvo ausente en una etapa importante de la vida de su hija. Incluso cuando había tenido un grave accidente, la joven se tuvo que quedar con su chico para no pasar sola la recuperación. La vuelta de Süreyya a Estambul fue una buena oportunidad para que madre e hija estrechasen su relación. Al principio no fue fácil, sobre todo por la mala relación que Süsen tenía con Lydia, la hija de Yaman. A Süsen no le hizo ninguna gracia descubrir que su madre había iniciado una relación con Akif cuando todavía estaba casado con Nebahat. Sin embargo, su mayor decepción con ella se la llevó cuando descubrió que ella había sido la que había causado la muerte de Suzan, la madre de Ömer. Por culpa de ello, rompió su compromiso con él. Süsen había decidido sacrificar su amor por Ömer para proteger a su madre, aunque la propia Süreyya fue la que le confesó al joven lo que había hecho, instantes antes de morir. Süsen se quedó completamente destrozada y su chico se convirtió en su mayor apoyo desde entonces. El final de Süreyya en Hermanos fue tan épico como su llegada. Un personaje que no ha dejado indiferente a nadie y que nos ha regalado grandes momentos. ¡Te echaremos de menos!