Publicidad
Una triste pérdida
Una triste pérdida
Julia sufre un duro golpe con la muerte de su padre.
Julia sufre un duro golpe con la muerte de su padre.
Publicidad
Publicidad
Una triste pérdida
Publicidad
Las paredes son suyas. Pero no lo que contenían. Rengin ha comprendido que esa casa no era felicidad. Era Bahar, su risa, sus hijos. Y ahora que no queda nada, ni siquiera puede mirarse al espejo.
Rota por dentro y harta de todo, ha entrado en la mansión por última vez… y lo ha destrozado todo. Frente a Rengin, ha dejado claro que no le queda nada que callar, ni nada que perder.