El cadáver de la mujer que ha aparecido en la cama de Décimo pone a éste en una situación comprometida de la que solo podrá salir con la ayuda de su hermano Tito. Ninguno de los dos conoce la identidad de la muchacha, pero cuando ésta se revele, nada volverá a ser igual.
Galba continúa con su plan para recuperar a su hijo ahora que tiene a Sila de su lado, pero el tribuno de la plebe no va a ponérselo fácil. Quizá haya llegado el momento de que Galba utilice métodos más drásticos para obtener lo que tanto desea.
Cora es ahora la principal sospechosa de traición para Galba. La treta de Octavio y Antonia ha funcionado pero no resultará tan fácil acabar con ella ahora que uno de los Sulpicio está dispuesto a ponerse de su parte y a descubrir la verdadera identidad del traidor de la familia.