Con esta maniobra trata de acercarse a la única persona en toda Roma que tiene poder para devolverle a su hijo: el tribuno de la plebe. Pero Quinto se adelanta una vez más a sus planes y trata de impedir que el acercamiento se produzca.
Debido a los movimientos de Quinto, Galba sospecha que hay un traidor entre los suyos. Parece inevitable que Octavio y Antonia sean descubiertos, pero quizá puedan dirigir las sospechas de Galba hacia la persona más inesperada… Cora
Cora, por su parte sigue tratando de infiltrarse en el entorno de los Sulpicio para encontrar la forma de liberar a su padre. Pero el tiempo se agota. Alguien la amenaza con descubrir su verdadera identidad.