Aras, fuera de sí, se enfrenta a Volkan tras descubrir que sigue obsesionado con Asya

Aras quiere formar parte de la vida de Asya tanto para lo bueno como para lo malo. Desde que volvieron a estar juntos cree que no tiene su lugar y que Volkan aparece siempre en el momento menos indicado.

Además, está muerto de celos desde que supo que Volkan iba a ir a vivir unos días a casa de Asya para cuidar de Ali tras el accidente.

Pero que Volkan haya estado espiando a Aras ya es la gota que colma el vaso. El joven se presenta en su casa para pedirle cuentas y acaba volviéndose loco: “¿Cómo puedes ser tan despreciable?”.

Aras, fuera de sí, rompe el teléfono de Volkan y el cuadro en el que sale él con Asya, mientras la doctora llega a su casa y contempla, con miedo, la tremenda escena.

¿Le han jugado los celos a Aras una mala pasada o su paciencia ha llegado al límite?

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