Safiye da un importante paso y entierra por fin al fantasma de su madre...¿para siempre?

Safiye no se ve preparada para irse a vivir con Naci, sus miedos se lo impiden. La única forma que tienen de vivir juntos es que él se mude a casas de los Deronoglu, pero para ello, Naci le puso una condición: deshacerse del cuadro de su madre.

Después de cancelar la boda, Safiye se siente muy culpable y está intentado hacer cualquier cosa para que su prometido la perdone. En un acto de amor, Safiye le dice a Naci que el cuadro de su madre no estará colgado en la sala de estar de su casa, ni en su cuarto “porque él estará con ella”.

Decidida a enterrar su recuerdo, se lleva el retrato al cuarto de la basura y lo abandona ahí, pero el fantasma de su madre vuelve a aparecer: “Yo tenía razón, tú nunca me quisiste”. Ahora que su madre ya no les molestará en casa, ¿perdonará Naci a Safiye?

Pero aunque ella se creía que con esto sería suficiente, Naci está cansado de no poder llevar una vida normal con su amada y tener siempre que adaptarse a lo que ella quiere. “Acabo de renunciar a mi madre, ¿qué más quieres de mí?”, le dice muy enfadada.

Naci le recuerda todo lo que se han perdido por culpa de su madre, entre ellos un viaje a la nieve cuando eran pequeños.

Para recuperar todo ese tiempo perdido, Naci le propone intentar ir de nuevo, mañana mismo. Safiye no se muestra nada convencida y promete que lo hablará con Hikmet. “No quiero más falsas esperanzas”, le avisa Naci.

¿Se enfrentará Safiye a sus miedos y pasará el día fuera de casa?

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